Ejercicios
I. Lenguaje
1. Realiza un dibujo que represente tu estado de ánimo actual
2. Dibuja un objeto que funcione como símbolo del amor
3. Describe una escena o situación que incluya un signo de amor4. Busca en Internet la imagen de un cuadro famoso, pégala en una página, nseguida menciona todos los signos y símbolos que encuentres y explica los más importantes (no se aceptarán fotocopias
5. Lee atentamente el siguiente texto escrito y a continuación anota lo siguiente:
a) El
tema y los subtemas
b) Los
signos estéticos que encontraste (explícalos)
La migala
Por: Juan José Arreola
(México, 1918-2001)
La migala discurre libremente
por la casa, pero mi capacidad de horror no disminuye.
El día en que Beatriz y yo
entramos en aquella barraca inmunda de la feria callejera, me di cuenta de
que la repulsiva alimaña era lo más atroz que podía depararme el destino.
Peor que el desprecio y la conmiseración brillando de pronto en una clara
mirada.
Unos días más tarde volví para
comprar la migala, y el sorprendido saltimbanqui me dio algunos informes
acerca de sus costumbres y su alimentación extraña. Entonces comprendí que
tenía en las manos, de una vez por todas, la amenaza total, la máxima dosis
de terror que mi espíritu podía soportar. Recuerdo mi paso tembloroso,
vacilante, cuando de regreso a la casa sentía el peso leve y denso de la
araña, ese peso del cual podía descontar, con seguridad, el de la caja de
madera en que la llevaba, como si fueran dos pesos totalmente diferentes: el
de la madera inocente y el del impuro y ponzoñoso animal que tiraba de mí
como un lastre definitivo. Dentro de aquella caja iba el infierno personal
que instalaría en mi casa para destruir, para anular al otro, el descomunal
infierno de los hombres.
La noche memorable en que solté
a la migala en mi departamento y la vi correr como un cangrejo y ocultarse
bajo un mueble, ha sido el principio de una vida indescriptible. Desde
entonces, cada uno de los instantes de que dispongo ha sido recorrido por los
pasos de la araña, que llena la casa con su presencia invisible.
Todas las noches tiemblo en
espera de la picadura mortal. Muchas veces despierto con el cuerpo helado,
tenso, inmóvil, porque el sueño ha creado para mí, con precisión, el paso
cosquilleante de la aralia sobre mi piel, su peso indefinible, su
consistencia de entraña. Sin embargo, siempre amanece. Estoy vivo y mi alma
inútilmente se apresta y se perfecciona.
Hay días en que pienso que la
migala ha desaparecido, que se ha extraviado o que ha muerto. Pero no hago
nada para comprobarlo. Dejo siempre que el azar me vuelva a poner frente a
ella, al salir del baño, o mientras me desvisto para echarme en la cama. A
veces el silencio de la noche me trae el eco de sus pasos, que he aprendido a
oír, aunque sé que son imperceptibles.
Muchos días encuentro intacto
el alimento que he dejado la víspera. Cuando desaparece, no sé si lo ha
devorado la migala o algún otro inocente huésped de la casa. He llegado a
pensar también que acaso estoy siendo víctima de una superchería y que me
hallo a merced de una falsa migala. Tal vez el saltimbanqui me ha engañado,
haciéndome pagar un alto precio por un inofensivo y repugnante escarabajo.
Pero en realidad esto no tiene
importancia, porque yo he consagrado a la migala con la certeza de mi muerte
aplazada. En las horas más agudas del insomnio, cuando me pierdo en
conjeturas y nada me tranquiliza, suele visitarme la migala. Se pasea
embrolladamente por el cuarto y trata de subir con torpeza a las paredes. Se
detiene, levanta su cabeza y mueve los palpos. Parece husmear, agitada, un
invisible compañero.
Entonces, estremecido en mi
soledad, acorralado por el pequeño monstruo, recuerdo que en otro tiempo yo
soñaba en Beatriz y en su compañía imposible.
Juan José Arreola
nació el 21 de septiembre de 1918 en Zapotlán, México. A los once años empezó
a trabajar como encuadernador y a los 15 escribió sus primeros textos
literarios. Después de tres años se instaló en México D.F. y se inscribió en
la Escuela Teatral de Bellas Artes. Autodidacta como era, publicó su primera
obra: Sueños de Navidad, y
posteriormente trabajó como maestro, periodista y corrector. En 1952 publicó
su gran obra: Confabulario, con la
que recibió varios premios. Fue además de profesor de la Universidad Nacional
Autónoma de México y editor, uno de los referentes más importantes de
micro-ficción por haber incluido conversaciones literarias y juegos de
escritura en sus textos. Murió el 3 de diciembre de 2001 en Guadalajara.
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6. Busca una imagen o texto
visual (puede ser una fotografía) pégala en la página y a continuación
señala el tema y los subtemas (no se aceptarán fotocopias, no se aceptarán textos escritos).
SEGUNDA PARTE
SEGUNDA PARTE
7. Elige un objeto y represéntalo por medio de dos dibujos.
El primero de ellos deberá ser figurativo, es decir, imitará en lo
posible su aspecto real. El segundo de ellos será abstracto, con esto se
te pide que dibujes el mismo objeto intentando abstraer alguna de sus
características, su esencia, o cualquier idea o imagen que para ti lo
represente.
11. Si vemos al cuerpo humano como una obra de arte, ¿cómo describirías su unidad orgánica?
a) ¿Hay unidad orgánica en tu imagen?, sí o no y por qué:
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